HEREDIANO ELIMINADO A PESAR DE VENCER 2-1 A PUNTARENAS
No alcanzó, Herediano quedó tendido en su campo y Puntarenas FC pasó a la final. Hubo entrega y disposición por parte de los florenses para ganar 2-1 el juego, pero la derrota en el partido de ida por 1-3 pasó la factura de la eliminación.
Puntarenas fue un digno rival, luchó, se defendió, administró la ventaja, pero también sacó mucho provecho, muchísimo, del inconstante arbitraje de Rafael Vega, quien tuvo una tarde llena de equivocaciones. La peor apreciación del señor Vega, entre una gran lista de errores, fue la sanción de un falta dentro del área por parte de Montero, horror, que puso al Herediano en desventaja en la pizarra con 0-1 con anotación de Macotelo.
La inconstancia del señor Vega fue evidente cuando minutos antes de la acción a favor de Puntarenas, pasó por alto una falta clarísima en contra de Cancela, pero esa acción no la vio el señor Vega.
Hubo intento para lograr la hombrada
A pesar de la adversidad que encontró el equipo Herediano, hubo carácter y agallas para levantarse e intentar hacer la hombrada. A los 3 minutos del complemento, Mauricio Solís anotó de cabeza tras tiro de esquina de José Cancela, colgándose en el marcador 1-1 (2-3 global).
Herediano se abalanzó contra el puerto, lo metió en su trinchera, lo atacó, pero no se hallaba el camino claro que condujera al gol.
Al 83´ se sancionó una falta en área del equipo porteño y José Cancela cobró con frialdad y encendió la esperanza en el Rosabal Cordero. ¡Sí se puede! coreaban los aficionados heredianos, un grito que salía de las gargantas con convicción, porque la insistencia ofensiva de los florenses auguraban que podía caer el ansiado y merecido gol que pusiera el marcador global 3-3, y por ende le diera la clasificación al equipo más regular del campeonato.
Los minutos avanzaron y Puntarenas FC contó con tres aliados llamados angustia, desesperación y ansiedad. Todo se convirtió en presión, la cual pesó más que el talento y el dominio mostrado por el “team”. Se perdió la cabeza y la razón. Herediano nadó y nadó, estuvo a punto de tocar orilla, pero la fuerza no alcanzó para llegar a buen puerto.
Fue triste y doloroso, pero ésta vez no fue desepcionante. Con el silencio que inmutó el Rosabal Cordero, cayó el telón para el Herediano en el Campeonato de invierno 2009, una participación que vino de menos a más, que cada día se fue llenando de entusiasmo y esperanza por el accionar que tuvo el equipo de la mano de Salvador Ragusa, cuando muy pocos creyeron en el equipo, luego de la fatal pérdida de la final pasada y de la eliminación de la Concacaf que tuvo el plantel.
Puntarenas fue un digno rival, luchó, se defendió, administró la ventaja, pero también sacó mucho provecho, muchísimo, del inconstante arbitraje de Rafael Vega, quien tuvo una tarde llena de equivocaciones. La peor apreciación del señor Vega, entre una gran lista de errores, fue la sanción de un falta dentro del área por parte de Montero, horror, que puso al Herediano en desventaja en la pizarra con 0-1 con anotación de Macotelo.
La inconstancia del señor Vega fue evidente cuando minutos antes de la acción a favor de Puntarenas, pasó por alto una falta clarísima en contra de Cancela, pero esa acción no la vio el señor Vega.
Hubo intento para lograr la hombrada
A pesar de la adversidad que encontró el equipo Herediano, hubo carácter y agallas para levantarse e intentar hacer la hombrada. A los 3 minutos del complemento, Mauricio Solís anotó de cabeza tras tiro de esquina de José Cancela, colgándose en el marcador 1-1 (2-3 global).
Herediano se abalanzó contra el puerto, lo metió en su trinchera, lo atacó, pero no se hallaba el camino claro que condujera al gol.
Al 83´ se sancionó una falta en área del equipo porteño y José Cancela cobró con frialdad y encendió la esperanza en el Rosabal Cordero. ¡Sí se puede! coreaban los aficionados heredianos, un grito que salía de las gargantas con convicción, porque la insistencia ofensiva de los florenses auguraban que podía caer el ansiado y merecido gol que pusiera el marcador global 3-3, y por ende le diera la clasificación al equipo más regular del campeonato.
Los minutos avanzaron y Puntarenas FC contó con tres aliados llamados angustia, desesperación y ansiedad. Todo se convirtió en presión, la cual pesó más que el talento y el dominio mostrado por el “team”. Se perdió la cabeza y la razón. Herediano nadó y nadó, estuvo a punto de tocar orilla, pero la fuerza no alcanzó para llegar a buen puerto.
Fue triste y doloroso, pero ésta vez no fue desepcionante. Con el silencio que inmutó el Rosabal Cordero, cayó el telón para el Herediano en el Campeonato de invierno 2009, una participación que vino de menos a más, que cada día se fue llenando de entusiasmo y esperanza por el accionar que tuvo el equipo de la mano de Salvador Ragusa, cuando muy pocos creyeron en el equipo, luego de la fatal pérdida de la final pasada y de la eliminación de la Concacaf que tuvo el plantel.
Fiesta de navidad en casa rojiamarilla
La Escuela de Fútbol del Club Sport Herediano disfrutó la tradicional fiesta de navidad que organiza el departamento de Divisiones Menores todos los diciembres en el estadio Eladio Rosabal Cordero, durante tres horas, los pequeños futbolistas jugaron y se divirtieron en la grama del recinto florense.
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